JORNADAS DEPORTIVAS

Damas y caballeros, “The show must go on”. Tras un periodo de descanso, Vicente y sus chicos vuelven a la carga. El primer fin de semana de febrero decidimos desplazarnos de Madrid a Granada para saber qué es lo que se cuece en la noche granadina.
Muy ilusionados íbamos cuando nada más empezar el viaje, las cosas se pusieron en nuestra contra. Nuestro guía de Granada, se quedó a mitad de camino. Supuestamente un temporal de nieve, granizo y lluvia le obligó a dar la vuelta hacia Madrid (sospechoso cuando 1 hora antes nosotros habíamos pasado por el mismo lugar y hacía un sol radiante y espléndido). Nos pareció más normal cuando caímos en la cuenta de que esa carretera está llena de cálidos alojamientos donde los camioneros pasan la mayor parte de su jornada “laboral”.
En fin, sin guía por la ciudad de destino y metidos en un atascazo en despeñaperros, nos temíamos lo peor para el viaje. Después de 6 horas de coche, encontramos, no sin dificultad, la pensión donde nos alojamos. Un bello edificio, que no ha de envidiar al mejor parador, regentado por un entrañable y cuerdo dueño, que respondía al nombre de Ricardo.
Decidimos reflexionar y no tomar decisiones precipitadas. Lo más conveniente fue meternos en un chino y comprar una barra de pan de hace una semana, un paquete de salami y otro de jamón caducado. Para acompañar semejante manjar, compramos una botella de Justerini-Brooks (más conocido como John Benjamín).
Con la cena y la bebida comprada, ya sólo nos faltaba salir de fiesta y descubrir qué es lo que esconde la noche granadina. Realmente fue una noche tranquila, en la que dejamos que el alcohol hiciera su trabajo. Después de comprobar que, ni nuestra cartera daba para más, ni nuestra mente podía tomar decisiones, decidimos regresar a la pension y gozar de su bella decoración. En el pasillo descubrimos un bello cuadro que decidimos admirar más detenidamente descolgándolo de la pared. Con 11 copas de más en el cuerpo, no os podeis imaginar lo complicado que es volver a colocarlo en la pared (si alguien consigue hacerlo en menos de una hora, que nos avise). Al lado del cuadro había un microondas (el dueño debió pensar que fue inventado para ser colocado en el pasillo de una pensión), ni cortos ni perezosos, decidimos trasladarlo a nuestra habitación para redecorarla. Casualmente al cogerlo, una estantería que estaba a su lado se derrumbó hacia el suelo. Todo hasta aquí, a nuestros ojos, normal, el problema es que eran las 9 de la mañana y el dueño subía corriendo sorprendido por el estruendo.
Al día siguiente, después de haberla liado tanto el primer día, decidimos cambiar nuestra actitud y comportarnos como seres racionales. Nos fuimos hacia la Alhambra a realizar unas jornadas deportivas en toda regla. Como bien muestran las fotos, el deporte elegido fueron las anillas (nunca nos hemos andado con tonterías y en este momento menos). Vemos a Sergio en una pose totalmente profesional, haciendo el olímpico “aspa” con una tranquilidad pasmosa. Yo intenté complicar la figura, y me decanté por el “colgado cagón”… os puedo asegurar que no es nada sencillo, tal y como demuestra mi cara de sufrimiento.

Después de cumplir con nuestra tarde deportiva, nos planteamos el no salir, descansar en la pensión y levantarnos con buena cara. Pero esa opción no nos convencía. Pensamos que era más razonable salir a muerte y beber alcohol para no romper nuestra rutina de fin de semana.
Durante la noche, nos encontramos con personajes varios y no menos curiosos…pero ninguno superó a nuestro conocido, que no amigo, Sebastián, alias Sebas. Como en la foto se ve es un tipo peculiar, con un bello bigote y una vestimenta diciendo a voces: “nena, acércate que soy todo tuyo”. No pudimos captarle en pleno bailoteo, pero en un futuro post prometemos colgar un video suyo.

Por último, ante la avalancha de preguntas, inquietudes y dudas sobre qué es de Vicente, hemos decidido poner su foto. Éste es el hombre más buscado:

Prometemos que es un hombre que lleva una vida completamente sana, sin apenas salir de noche, sin beber alcohol, sin fumar ( vamos, todo lo contrario a lo que nosotros hacemos). En fin, las comparaciones son odiosas.
Continuará…